Batería baja... ¿abrazo?
No te asustes.
No voy a atarte, ni mucho menos a asfixiarte.
No soy tonta, tengo cerebro,
entiendo que lo nuestro ya no tiene remedio.
Pero... ¡Sé humano!... ¡Sé consciente!...
No me pidas que desaparezca
y me aleje para siempre.
Porque, por ti, descubrí mis fortalezas...
en ti, estaba mi seguridad...
Y sin ti, me pierdo en las tinieblas
y aborrezco a la humanidad.
Así que te lo advierto... ¡volveré!...
Vendré a recargar mis fuerzas
para no temerle a la libertad.
Para atreverme a salir de entre tus brazos,
vivir mi vida y aceptar que ya no estás.
